La compañía ha diseñado un molde de inyección para poder fabricar pantallas de protección de forma rápida con una capacidad de más de 3.000 viseras por día.
NIFCO Products España ha diseñado, prototipado y construido un molde de inyección que permite fabricar viseras de protección en serie. Un equipo formado por dos ingenieros y tres técnicos del taller de moldes ha conseguido transformar la planta de Terrassa en una fábrica capaz de realizar 130 viseras de protección cada hora.
La idea surgió viendo que muchas compañías estaban fabricando viseras con impresoras 3D, pero es un proceso muy lento. Una buena impresora puede conseguir una pantalla protectora cada 3 horas. Así, pensaron en crear un molde de inyección de plástico que les permitiera producir en serie e ir mucho más rápido.
Las primeras pruebas se realizaron la semana pasada y, tras realizar algún cambio en el diseño para mejorar el resultado, la fabricación en serie empezó el 1 de abril.
Para realizarlo, Nifco ha contado con donaciones de las empresas Mail Boxes ETC El Prat, Castelltorn, Troquelados Famibernes y Teves. Estas firmas han facilitado las láminas de acetato transparente para las pantallas y han colaborado con las gomas de sujeción y con el transporte.
Nifco ha podido repartir gratuitamente más de 7.000 pantallas de protección por toda la geografía catalana y ha realizado donaciones en el Hospital Vall d’Hebron, Hospital Clínic, Hospital de Bellvitge, Hospital de Viladecans, Mutua de Terrassa, Hospital de Terrassa, Hospital de Mollet, Hospital de Mataró, Hospital Sant Joan de Déu de Manresa, Hospital Sant Bernabé de Berga, Hospital Althaia de Manresa, Centre Mèdic Tarragona y también a centros de discapacitados, residencias de gente mayor como la residencia Sabadell Gent Gran, mercados como el de Terrassa o de Badia del Vallès, farmacias, supermercados, clínicas odontológicas o los Mossos de Esquadra de Badalona, entre otros.
El personal de Nifco que ha estado trabajando se ha ofrecido de forma voluntaria ya que la empresa se encuentra inmersa en un ERTO por las consecuencias del COVID-19. Gracias a ellos se ha podido diseñar y construir el molde e inyectar las piezas, troquelar los plásticos y preparar los envíos de viseras protectoras de forma gratuita a todos los centros donde ha hecho falta.